El cambio de hora.
Comienza la Semana Santa y como todos los años se situa en el calendario según la luna. Concretamente, el domingo de Pascua o domingo de Resurrección es el primero después de la primera luna llena de primavera. Este año la primavera comenzó el domingo 20 de marzo y la luna llena será el viernes 25, por lo tanto el domingo 27 será Pascua. Pero yo, al igual que mucha otra gente, me aburro y me harta que en todos los sitios se hable en estas fechas de este mismo tema y como no soy muy diestra criticando la religión, ni otros temas como la política, voy a cambiar de tercio y me voy a pasar al tiempo. Ya sé que tampoco es un tema muy original, pero como me gusta la historia y sobre todo las historias curiosas y los origenes de ciertas "tradiciones" y costumbres he indagado un poco en la historia del cambio de hora, que este año coincide con el domingo de Resurrección.
En España el primer adelanto horario se llevó a cabo en 1918 y su fin, al igual que ahora, era ahorrar energía, lo que en aquellos tiempos se traducía en carbón. Después de aquello hubo intermitentes modificaciones y en 1950 cesaron hasta 1973. En 1974 se tuvieron que reanudar debido a la crisis del petróleo, tanto en España, como en el resto de Europa, con el fin de ahorrar energía en la iluminación. Desde entonces, todos los años, se adelantan y se atrasan los relojes el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente, de manera regulada desde 1980 en España y por el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea desde 2001.
Por lo tanto, ya sabeis, todo este lio se hizo para ahorrar un poco de energía. Ahora es cuando viene la discursión sobre si realmente se nota ese ahorro o no, y sobre el efecto del cambio sobre nuestra salud, pero como antes, ahora tampoco pienso meterme a discutir estos temas... Os dejo el enlace del que he sacado el pequeño resumen anterior y en el que sí se explican estas últimas cuestiones, consumer.es.
En España el primer adelanto horario se llevó a cabo en 1918 y su fin, al igual que ahora, era ahorrar energía, lo que en aquellos tiempos se traducía en carbón. Después de aquello hubo intermitentes modificaciones y en 1950 cesaron hasta 1973. En 1974 se tuvieron que reanudar debido a la crisis del petróleo, tanto en España, como en el resto de Europa, con el fin de ahorrar energía en la iluminación. Desde entonces, todos los años, se adelantan y se atrasan los relojes el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente, de manera regulada desde 1980 en España y por el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea desde 2001.
Por lo tanto, ya sabeis, todo este lio se hizo para ahorrar un poco de energía. Ahora es cuando viene la discursión sobre si realmente se nota ese ahorro o no, y sobre el efecto del cambio sobre nuestra salud, pero como antes, ahora tampoco pienso meterme a discutir estos temas... Os dejo el enlace del que he sacado el pequeño resumen anterior y en el que sí se explican estas últimas cuestiones, consumer.es.
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